Dolor y Reflexión

Gallardo mostró un evidente malestar por lo que hicieron sus dirigidos.

El técnico de River no puso excusas, se disculpó por la producción del Millonario y dijo que ahora deberán demostrar el carácter para revertir el próximo viernes la  triste imagen que dejaron en Mendoza.

La peor noche del plantel y la más triste de la hinchada, el pueblo riverplatense está indignado sigue sin aparecer ese equipo campeón que se resumía en Ganar Gustar y Golear, Fútbol Champagne, la máquina de Gallardo y millones de formas de llamar a esos tiempos de gloria que deberán volver. 

Los dirigidos por el Muñeco abandonaron Mendoza rápidamente, salieron del hotel con las cabezas gachas y en el micro que alguna vez fue pura fiesta volvían con luces apagadas, sumando al clima un silencio que representaba el dolor de esta fuerte caída. La hinchada siempre firme en las buenas y en las malas acompaño el recorrido con arengas pero esta vez ganó la tristeza. 

"La autocrítica va a ser profunda y para adentro. Siempre hay que estar calmo, hay que tratar como cabeza de grupo llevar la tranquilidad en los malos momentos. Estas derrotas duelen mucho, no era el mejor escenario para arrancar el año. Sin excusas", expreso Marcelo Gallardo en conferencia de prensa.

"El año recién comienza. Nos vamos a reivindicar el día viernes. Rápidamente hay que agarrar las armas y arrancar el partido del viernes que es la oportunidad de reivindicarnos, es una copa. A partir del lunes tenemos que estar presentes y preparar el partido de la mejor manera posible", agregó.

Además, el técnico elogió a la gente: "Hay muchas cosas por aprender. Ahora es realmente donde hay que mostrar un temple importante. Es un partido de fútbol que a nosotros nos duele mas que a nadie. Tengo que felicitar al hincha de River que tuvo un comportamiento ejemplar ", indicó.

Por último, y a modo de reivindicación, le pidió al hincha que confíe en el plantel que hace meses le regaló un año soñado. "Venimos de un semestre donde estos mismos jugadores fueron el alma del hincha. No nos olvidemos", cerró.

Ahora solo resta esperar al viernes confiando en que los jugadores recuperen el nivel que tenían y que el sudor de los 90 minutos represente las lágrimas de emoción y no de dolor de la hinchada.