"Ahora soñamos con la Copa Libertadores"
Barovero y Carlos Sánchez, las dos figuras de la Recopa, no se conforman y quieren más. "Hay que disfrutar, pero también pensar que esto sigue... Esto recién empieza", avisan los recampeones.
Ahí la tienen otra vez en sus manos. Uno, el hombre gol en las dos finales, fue el primero en besarla, casi de prepo, como el que anda en el medio del boliche revoleando picos para ver si alguno llega a destino, apenas le entregaron la medalla. El otro, el que puso las manos para mantener la valla invicta, fue el primero en besarla oficialmente, lujos de llevar la cinta de capitán. Pasaron menos de 24 horas de esa noche de gloria y otra vez la disfrutan en un estadio que los cobija en silencio, como pasó en el Nuevo Gasómetro. Tendrán que esperar recién hasta el domingo 22 para compartirla con los hinchas de River, cuando Carlos Sánchez y Marcelo Barovero seguramente serán dos de los más ovacionados. Hombres de perfil bajo e incluso resistidos en otros tiempos, hoy son piezas clave del equipo y fueron fundamentales para que una nueva copa tenga lugar en el Museo.
“Hay que disfrutar, pero también pensar que esto sigue. Esto recién empieza”, mete primera el uruguayo, mientras ve cómo Máximo y Juan Manuel, sus hijos, corretean sin parar (y, sí, de tal palo...) por el Monumental. “Yo también disfruto de este momento y pienso en seguir consiguiendo cosas. Ahora, aunque vamos a jugar a muerte cada torneo, estamos soñando con la Libertadores. La Copa es lo que todo jugador sueña”, resume Trapito el pensamiento de todos los riverplatenses y bromea con su compañero. “¡Cómo pesa esta copa! Agarrala vos”, chicanea el cordobés como si sus manos no fueran confiables para sostener el trofeo que realmente tiene unos kilitos más que la Sudamericana. “Cuidado que se nos va a caer”, intenta ponerle un poco de seriedad el goleador de la Recopa que salió del despacho de D’Onofrio especialmente para las fotos de los héroes con la prensa.
“Siento una gran felicidad por este grupo. Todos trabajamos mucho para conseguir este título porque sabíamos que era muy importante para el club. No sé si se puede medir la alegría, pero estoy muy, muy feliz”, destaca Sánchez, que fue verdugo de Torrico, el amigo que todas las mañanas lo pasaba a buscar por su casa en Mendoza para ir a los entrenamientos de Godoy Cruz. Así como para todo el plantel esta Recopa fue una revancha después del 0-5 en el superclásico, en particular para el charrúa tuvo un significado extra porque fue uno de los más criticados por lo que pasó en Mendoza, por esa expulsión apenas 11 minutos después de haber ingresado. “El abrazo que más me conmovió fue el de todo el grupo, el del final. Fue como un empujón anímico porque lo necesitábamos, nos merecíamos una alegría así”, se desahoga Carlitos, después de una jornada en la que prefirió estar lejos de los medios por más que fuera de los más requeridos por los periodistas.
“La final tuvo de todo y eso me gusta. Valoro más esa variedad que una atajada puntual. Quiero ser útil al equipo y aportar lo mío”, minimiza Barovero su importacia en el arco. Capitán silencioso, de los que transmite en la semana predicando con el ejemplo más que con las palabras, el arquero tuvo otro momento top, como el inolvidable penal a Gigliotti en la semifinal de la Sudamericana. “La tapada a Caruzzo va a quedar en el recuerdo, pero la verdad es que ni siquiera sé bien cómo saqué esa pelota”, confiesa sobre ese manotazo salvador dell primer tiempo, abajo, esquinado, cuando parecía que San Lorenzo emparejaba las cosas y empezaba a jugarse otra final.
Compañeros de las largas rondas de mate en la concentración, Sánchez y Barovero también comparten el cartel de protagonistas principales para que River sume a la Recopa al listado de sus títulos internacionales. Lo disfrutan a su manera, con mucha tranquilidad, y mirando cómo sus hijos gozan tanto como ellos de correr por el césped del Monumental. Agustín Barovero se suma a las gambetas de los pequeños Sánchez mientras sus papás siguen jugueteando con el trofeo. La tarde empieza a quitarle luz a ese gigante rojo y blanco, y ellos vuelven a acariciar esa copa que en la noche del miércoles besaron como a la primera novia. “No nos podemos relajar. River te obliga a pelear todo lo que jugás”, avisa el arquero que ya tiene la cabeza puesta en los debuts que se vienen, por el torneo local y por esa gran ilusión llamada Libertadores. “Para mí, hacer dos goles en las dos finales es inolvidable. Y pensar que en dos meses ganamos dos copas es algo que no me imaginé nunca. Vino todo de golpe, pero ahora queremos más”, también se suma Sánchez al sueño de su compañero. Vienen de copas y quieren más copas. Estos son los borrachos del campeón...
"Ahora soñamos con la Copa Libertadores"
Reviewed by Lucio
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18:51
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