El verdadero gigante de Sudamérica

El Monumental, escenario de las alegrías de River y la Selección Argentina, fue denominado por la FIFA como uno de los Estadios Tradicionales del Mundo.

El Antonio Vespucio Liberti, es el estadio Mas Grande de Argentina con una capacidad de 75.500 personas y es el séptimo más grande de América. Además, es el más antiguo de los clubes populares que quedan en pie,  sede oficial de la Selección Argentina y posee una pista de atletismo.

El estadio Monumental, fue inaugurado 26 de mayo de 1938 por el presidente Liberti, razón por la que lleva su nombre. Tres años antes River, debió cambiar su ubicación y mudarse de la avenida Alvear y Tagle debido a que los terrenos no pertenecían al club, a su actual ubicación Avenidas Figueroa Alcorta y Udaondo.

La idea del presidente de River de ese entonces fue construir una mole de hormigón en un lugar deshabitado de la ciudad. Los terrenos de la costa cenagosa del Río de la Plata fueron los elegidos para levantar el templo del fútbol.  La tarea de rellenar los bañados fue hecha por un escocés llamado Daniel White, quien a mediados del siglo XIX había adquirido una estancia de 47 cuadras en esa zona. En esa superficie construyó un hipódromo, que se llamó “Hipódromo de Saavedra” o directamente “Hipódromo de White” y ocupaba una extensión de 16 cuadras y disponía de tribuna para público. Por lo tanto, a principios del siglo XIX la ubicación exacta del Monumental era parte del Río de la Plata, por esto para muchos la idea fue descabellada, pero el tiempo le dió la razón a Liberti.

El club compró ocho hectáreas y media para hacer un estadio verdaderamente gigante y de lujo para la época. Los arquitectos José Aslan y Héctor Ezcurra, diseñaron una construcción de cuatro tribunas con una capacidad para 30.000 o 40.000 personas por tribuna, pero solo pudieron construir tres por falta de presupuesto. Fue construido casi sin maquinarias, en poco más de dos años, haciendo las bases de las columnas a mano, con palas, ya que no existían las excavadoras, extrayendo el agua de las napas subterráneas que inundaban las excavaciones con bombas de achique accionadas también a mano, transportando la tierra a lomo de burro en alforjas, y rellenando la zona del campo de juego y tribunas a mano, con primitivos elementos de trabajo. Una obra verdaderamente faraónica, como lo fue la construcción del antiguo Coliseo de Roma, cuyos planos fueron la base arquitectónica del Monumental.

Los logros no tardaron en llegar, las vueltas se hicieron costumbre desde su inaguración con un 3 a 1 del local frente a Peñarol de Uruguay, y con la venta de Enrique Omar Sívori a la Juventus, el club pudo construir la grada que le quedaba, la famosa "Ventana al Río de La Plata". Actualmente es la popular del Más Grande y lleva su nombre (Platea Sívori), la tribuna Centenario, era llamada así porque la avenida Figueroa Alcorta llevaba ese nombre hacia 1938. 

Un detalle a remarcar es que las tribunas del Monumental tenían nombres diferentes a los actuales. La tribuna Belgrano se denominaba Río de la Plata, porque la actual Avenida Udaondo llevaba ese nombre, mientras que la tribuna San Martín era simplemente la Oficial, destinada a personalidades, autoridades y socios. La tribuna Sívori iba a llamarse Colonia, algo que no llegó a ocurrir dado que recién se levantó 20 años después de la inauguración del estadio.

La primer tribuna del Monumental en ser construida fue la actual San Martín. Luego se realizó la Belgrano, quedando en medio de ambas el espacio para hacer las tribunas Colonia (Sívori) y Centenario. Por ende, esta última fue la tercera en ser levantada, y su finalización derivó en la inauguración del Monumental en 1938.

Transcurría el año 1951, se disputaban los Juegos Panamericanos en Buenos Aires y el  Antonio Vespucio Liberti albergó la ceremonia de clausura y los eventos de atletismo, para  esto debió acondicionarse reformando la pista olímpica del estadio, porque ésta poseía solo 6 andariveles, y no permitía el desarrollo de las pruebas. Entonces se tuvieron que construir los 2 carriles faltantes a base de carbonilla gruesa de 15 cm, 50% de carbonilla molida, 30% de tierra negra zarandeada y 20% de polvo de ladrillo, para poder realizar un prueba de fondo correctamente.

En el emblemático estadio no sólo se vivieron innumerables alegrías con la Banda, sino también con la Selección Argentina, que además de hacer de local el Monumental, salió campeón del Mundo en 1978 ahí mismo en la final frente a Holanda. El  evento llevó al club a realizar una fuerte inversión en infraestructura que desmiente el mito impuesto de que el gobierno de la dictadura invirtió fondos en el club. La construcción de la bandeja Alta de la Tribuna Sívori, un maquillaje (pintura, baldosas, etc) en la galería oval interna y la apertura de un área para la prensa en el sector Belgrano Media, fueron las remodelaciones realizadas.

Además del campeonato del mundo, fue sede de las finales de la Copa América 1987 y 2011. Se disputaron cinco definiciones de la Copa Libertadores, una Supercopa, una de Copa Interamericana, una de Copa Sudamericana y además, posee la mayor cantidad de presentaciones de Argentina por eliminatorias para la Copa Mundial de la FIFA. 

Por su historia gloriosa, la mística eterna y el brillo eterno que irradia a simple vista la estructura colosal del templo riverplatense, se merece todos los galardones que el fútbol desee atribuirle.